Pertenezco a la última promoción de Medicina, estaba entre esos que hicieron el examen MIR y que en abril deberían haber escogido la plaza donde desarrollar una especialidad. Yo ahora debería estar formándome en mi pasión, la psiquiatría. Pero el mundo tomó un rumbo diferente.
Soy de Andalucía, de un pueblecito de Jaén, y allí estaba pasando mis días de vacaciones post-MIR. Planeé con tiempo un viaje a Madrid para visitar hospitales y decidir dónde querría especializarme. Pero fue pisar la ciudad y empezaron a cancelarse las jornadas de puertas abiertas. De repente, los casos de covid se disparaban. Como necesitaba visitar también los hospitales en Barcelona, cogí un blablacar que salía ese mismo día y me fui para la Ciudad Condal. Pronto me di cuenta de que era muy arriesgado, pues era justo en los hospitales donde se concentraban los contagiados. Entonces el estado de alarma llegó y quedé encerrado, sintiéndome inútil por haberme embarcado en un viaje que había resultado un completo desastre.