Horvilleur reflexiona sobre la manera de relacionarnos con nuestros seres queridos una vez nos han dejado y da herramientas para poder transitar por el dolor de la mejor forma posible, para transformar la muerte en una lección de vida para los que se queden.

Vivir con nuestros fallecidos es una reflexión sabia y oportuna sobre la relación que tenemos con la muerte y una invitación a aceptar la pérdida y la vulnerabilidad como partes esenciales y enriquecedores de la vida. Es un libro profundamente esperanzador, universal y que celebra la vida, el amor, la memoria y el poder de la narración de historias para inspirarnos y sostenernos.

Una obra que nos da las claves para afrontar la muerte con serenidad y que es, ante todo, un himno a la vida.