Quizá debamos partir de la premisa de que vivimos en una sociedad que se posiciona de espaldas a la muerte. La experiencia de pérdidas y duelo tiene una gran importancia, además de la evidente en el sistema educativo y socio familiar, también en lo referente a la salud, puesto que muchos trastornos, sobre todo relacionados con la salud mental tales como la ansiedad, depresión, duelos complicados, somatizaciones y un largo etcétera, están claramente relacionados.