Aislados, solos y con miedo

Las personas mayores, más de nueve millones en España, asisten estos días a la expansión de un virus que los ha puesto en el centro de la diana

El viernes 13 de marzo, Carmen no pudo entrar en la residencia de Oviedo en la que se encuentra su madre, de 80 años. La madre de Carmen no ve, no camina y apenas puede mover un brazo; tampoco tiene teléfono móvil. Su hija la visita todos los días. Hasta el viernes, cuando el acceso a la residencia quedó restringido. Carmen rompió a llorar en la puerta hasta que un trabajador se apiadó de ella y acordó acercarse a la señora con su teléfono para que su hija pudiese hablar con ella. Carmen le contó que no podría volver a visitarla cada día, como siempre, porque el país estaba en estado de alarma.

Leer noticia del diario El País

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